Podemos distinguir dos tipos de estrés laboral en función de si se
trata de estrés positivo o negativo:
Eustress (positivo o beneficioso):
Se produce como una respuesta eficaz al estrés por parte de nuestro organismo, que se prepara para hacer frente a situaciones nuevas o que requieren un mayor nivel de atención. Se trata de la situación ideal, ya que mantiene alerta nuestro organismo, pero sin forzarlo en exceso.
Éste tipo de estrés laboral resulta beneficioso, ya que aumenta nuestras capacidades, nos motiva, y nos hace más productivos.
Éste tipo de estrés
se da cuando el organismo reacciona de modo inadecuado o excesivo al estrés.
Puede darse ante situaciones estresantes que superan nuestras capacidades o
ante sucesos estresantes que se repiten de modo prolongado y repetitivo en el
tiempo.
Se trata de un tipo
de estrés laboral perjudicial para el organismo y que reduce notablemente
nuestro rendimiento, por lo que es conveniente aprender a
manejarlo correctamente.
En función
de la duración y el alcance del estrés laboral; El Doctor Oscar E. Slipak
(Revista Alcmeon, 1996) distingue dos tipos de estrés laboral en este sentido:
- ESTRÉS LABORAL EPISÓDICO.

Es aquel que se
produce de modo puntual y momentáneo en el tiempo. Éste tipo de estrés se
caracteriza por su corta duración y su naturaleza esporádica. Un ejemplo podría
ser un pico de trabajo puntual en el puesto laboral, que ocasiona un aumento del
nivel de estrés en el empleado. Otro ejemplo sería una situación de despido. En
la mayoría de casos se trata de una situación limitada en el tiempo (el nivel
de trabajo vuelve a la normalidad y el trabajador encuentra un nuevo empleo),
por lo que sus efectos negativos son apenas perceptibles. Sin embargo, en
ocasiones, estos factores estresantes se prolongan demasiado en el
tiempo, dando lugar al estrés laboral crónico.
Otros ejemplos:
- Una discusión entre
dos compañeros de trabajo.
- La noticia de un
traslado geográfico del puesto laboral.
- La asistencia a una
reunión importante para negociar un acuerdo comercial.
ESTRÉS LABORAL CRÓNICO.
Es aquel que se
produce como consecuencia de una exposición repetitiva y prolongada a diversos
factores estresantes. En algunos casos es una evolución del estrés laboral
episódico, que gradualmente ha ido reduciendo la resistencia ante el estrés del
empleado (por ejemplo el Síndrome de Burnout). Se trata de un tipo de
estrés mucho más dañino y que puede ocasionar consecuencias graves a
medio y largo plazo.
Otros ejemplos:
- Continúas
discusiones entre compañeros de trabajo.
- Inestabilidad del
puesto y continuos traslados de un lugar para otro.
- Gran exigencia del
puesto y trabajador sometido a presión constante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario